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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Se dispara la importación de huevo por influnza

México importó 44,697 toneladas de huevo en el primer semestre del 2013, un aumento interanual de 628%, marcado por el primer año de haberse detectado brotes de influenza aviar en el país.

El 21 de junio del 2012 se registraron tres brotes de influenza aviar H7N3 en granjas de Tepatitlán y Acatic, en Jalisco, una enfermedad que luego se expandió a otras áreas del país.
 
En la primera mitad del 2012 sólo se importaron 6,142 toneladas de huevo, pero a partir de entonces hubo rachas de carestía y precios elevados, que aún no regresan a sus niveles previos al inicio de la calamidad.
 
Las importaciones mexicanas de huevo alcanzaron así 119 millones de dólares de enero a junio del año en curso, un alza de 412%, a tasa anual, de acuerdo con datos del Banco de México.
 
Para contrarrestar la carestía y bajar los precios, la Secretaría de Economía determinó exentar las importaciones de huevo en agosto del 2012, luego de aplicar aranceles de 45% para el huevo de plato y de 20% para huevo de uso industrial (fresco, deshidratado y líquido).
 
Aunque México puede importar huevos desde cualquier país que cumpla con los requisitos sanitarios, 98.2% de sus compras externas realizadas en el primer semestre del año en curso provino de Estados Unidos, con el que ya tenía liberalizado el comercio de este producto.
 
EEUU VE OPORTUNIDAD
 
 “Los precios en México se han incrementado por encima de los niveles tradicionales y han dado oportunidades a los proveedores estadounidenses a un nuevo mercado de huevo de mesa y huevo procesado”, informó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en un reciente reporte.
 
El gobierno federal estima que el consumo nacional de huevo será de poco más de 2.5 millones de toneladas en el 2013.
 
Hasta antes de los brotes de la influenza aviar, normalmente el precio de importación de Estados Unidos era superior al del mercado mexicano, por lo que únicamente se realizaban importaciones en los periodos en que la brecha entre ambos precios era tal que incentivaba la importación.
 
Hay dificultad de importar huevo de largas distancias, porque su vida de anaquel dura unas tres o cuatro semanas y, si bien se pueden congelar, el costo de hacerlo es elevado. También se comercializan procesados en forma líquida en recipientes, pero los mexicanos tienen un gusto arraigado por comprarlo en cascaron.

Fuente: rmorales@eleconomista.com.mx

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