Los chinos ya dejaron de ser un dolor de cabeza para la industria del vestido mexicana en valor agregado, ahora comienzan a convertirse en socios y consumidores
demandantes de ropa de marcas premium como Ermenegildo Zegna, Polo Ralph
Lauren y Adolfo Domínguez, que regresaron a México en los últimos dos
años a producir, coincidieron empresarios y especialistas.
En el último año, México
ha crecido sus exportaciones a China en 5%, con ropa considerada
premium por su calidad en las telas, innovación y tecnología, que aunado
a la moda y al diseño mexicano, aumenta la demanda entre la clase media
asiática.
Patricia Medina, representante de la empresa
Aztex Trading, dedicada a la innovación en la industria de la
confección, manifestó que los productos mexicanos llegan a Asia por
medio de la exportación indirecta, luego de pasar por España. “Los
europeos adquieren la producción americana, por su calidad, en especial
la mexicana, y luego la venden en el mercado chino, donde es bien
recibido por decir ‘hecho en México’, porque saben de la calidad de las
telas y manufactura de valor agregado”, aseveró.
De
acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido
(Canaive), México exportó a China 1.8 millones de dólares en ropa
durante el primer cuatrimestre del año, un incremento de 163% comparado
con el 2012, lo que se traduce en la importación de 772 millones de
dólares.
El año pasado, las prendas de vestir mexicanas enviadas a
China tuvieron un valor por 2.9 millones de dólares, un incremento de
25% respecto del 2011, refiere la industria del vestido.
Lilia González
lgonzalez@eleconomista.com.mx
Fuente: El Economista
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